viernes, 19 de diciembre de 2014

¿Qué modelo de impresora debo comprar?



Ante la difícil tarea de decidir qué tipo de tecnología o impresora le conviene a mi empresa o departamento, conviene tener claros ciertos aspectos como la funcionalidad que queremos de la misma, la cantidad de trabajos que realizaremos mensualmente, y sus posibilidades de ampliación, con la mente puesta en el coste de los consumibles. No debemos olvidar que el modelo de negocio utilizado por los fabricantes siempre ha funcionado de forma que cuanto más bajo es el precio inicial del equipo, más elevado viene a ser el coste de los recambios o consumibles. De este modo, los beneficios de los productos de bajo coste solo resultan rentables en las ocasiones que se imprime muy poco, con lo que se elimina la necesidad de reponer consumibles de manera constante.

Los sistemas de inyección de tinta han calado hondo en entornos domésticos y siguen su expansión en soluciones de impresión y equipos multifunción departamentales. Sus velocidades de proceso se han equiparado bastante con las de otras tecnologías, como pueda ser la Láser, y además, pueden dotar de una calidad envidiable a los trabajos realizados. De hecho, ofrecen una velocidad y calidad competitivas, con el extra de brindar mayor flexibilidad a la hora de imprimir sobre diferentes materiales y formatos. Podemos introducir en la bandeja de entrada hojas de calidad fotográfica o Premium para conseguir resultados sorprendentes. No obstante, a medida que el ciclo de trabajos impresos se eleva, la velocidad de los modelos con tecnología láser acaba desplazando al resto.

De hecho, las impresoras láser LED color han heredado todo el conocimiento de los modelos monocromo que surgieron años atrás, para ser capaces en la actualidad, de gestionar y administrar los trabajos que llevan a cabo los trabajadores o usuarios. De este modo, disponen de control de acceso a sus funciones dentro de las organizaciones, con el fin de evitar el mal uso de las mismas. Es la mejor metodología para controlar el gasto de papel y consumibles, otorgando licencia de impresión a color a aquellos que lo necesiten para desarrollar su trabajo.

Es recomendable estudiar con detenimiento las especificaciones de velocidad del motor, ya que puede que no reflejen determinados patrones de uso. No obstante, ofrecen alguna indicación de lo que la impresora podría conseguir en condiciones óptimas. Una impresora con una velocidad de impresión menor a las 20 páginas por minuto será probablemente bastante lenta; un rango de entre 20 a 40 ppm es adecuada para la mayoría de las oficinas; por encima de este valor, se encuentran las que son apropiadas para grandes volúmenes de impresión.

Pero ¿Qué sucede con los diferentes formatos de papel existentes? ¿Y si necesitas tamaños y grosores especiales para trabajos específicos? Las impresoras modernas pueden manejar sobres, etiquetas, y tarjetas sin problemas gracias a recorridos del papel más directos, independientemente del tipo de tecnología de impresión empleada. En los modelos láser de gama, es posible incluso encontrar unidades de finalización o acabado, y alimentación especial para la recopilación, grapado y apilado de sobres y postales.

Encontrar la mejor impresora para el negocio no tiene porqué resultar ni difícil ni caro. Todas las tecnologías trabajan adecuadamente en mayor o menor medida, así que es importante que te centres en las funcionalidades y capacidades que necesitará el departamento en cada caso. 

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