viernes, 9 de enero de 2015

La gestión del color en sublimación



Uno de los problemas iniciales que plantea la sublimación es conseguir reproducir correctamente los colores que vemos en la pantalla del ordenador para obtener los mismos colores sobre el objeto sublimado.

Aunque parezca una tarea sencilla, puede convertirse en complicada si no tienes las herramientas adecuadas y suficiente experiencia en la gestión del color. En este post explicaremos el problema de la reproducción de colores en sublimación y analizaremos las soluciones.  

¿Por qué es tan difícil la gestión del color en sublimación?

Aunque sería deseable que los colores de la pantalla de tu ordenador coincidieran con los colores obtenidos al imprimir el papel, estos no coinciden. No puedes guiarte por lo que ves en la pantalla del ordenador porque:

  •  Durante la sublimación (al aplicar calor con la plancha transfer) se produce un cambio molecular en la tinta que pasa de estado sólido a gaseoso.
  • Las pantallas y las impresoras utilizan métodos muy diferentes para generar el color. La pantalla del ordenador genera los colores como combinaciones de luz RGB (rojo, verde, azul). Y se obtienen todos los colores del espectro visible como combinación de luz roja, verde y azul. En cambio, los colores sobre el papel impreso podemos verlos porque el papel absorbe o refleja determinas ondas, utiliza el sistema CMYK. Los pigmentos de cyan, magenta y amarillo actúan como filtros reduciendo ciertos grados de rojo, verde y azul de la luz blanca para generar un gamut determinado de espectro de colores. Por este motivo, cualquier imagen digital que ves en la pantalla del ordenador y que utiliza el sistema RGB debe ser convertida al sistema  CMYK antes de imprimirla.

La gestión del color permite ajustar esta transformación de color para obtener el mejor resultado final sobre el objeto sublimado.

Para poder gestionar el color, una de las consideraciones más importantes es  la selección de la impresora y la tinta. Debemos seleccionar una impresora para la que existan tintas de sublimación y sea posible gestionar el color.

Existen dos  métodos básicos para la gestión del color en la sublimación: los perfiles ICC (International Color Consortium) y un software RIP (raster image processing). Aunque ambos métodos son similares, existen diferencias notables entre ellos.

Perfil de color ICC

El perfil ICC es un archivo de software que garantiza que al seleccionar un color determinado en la pantalla del ordenador, se obtiene el color designado de modo correcto y consistente sobre el soporte sublimado. El perfil crea un enlace entre los colores de la pantalla y los colores finales sobre el artículo sublimado.

Para poder utilizar el perfil ICC es necesario gestionar las imágenes desde un programa de edición de imagen compatible, por ejemplo Photoshop o Corel. El perfil ICC estará en la fase final de la impresión y el driver original de la impresora estará configurado para que “no gestione los colores”. De este modo el perfil de color corregirá la imagen y enviará los datos a la impresora sin afectar a los colores.

Los perfiles de color ICC para sublimación también presentan algún problema . Al imprimir una gama de colores desde un perfil, este software es capaz de ajustar los colores para imprimir el color correcto. Pero durante la sublimación al aplicar calor con la plancha transfer sobre el papel impreso, la tinta se convierte en gas y los colores cambian sus propiedades en estado gaseoso. Este cambio puede ser bastante drástico (el color azul podría parecer verde sobre el papel) y es imposible determinar si la impresión es correcta o no hasta que se ha sublimado sobre el objeto personalizable. Por este motivo, algunos profesionales crean sus propia gama de colores sublimados sobre personalizables y lo relacionan con los colores vistos en pantalla.

Software RIP

Algunos usuarios con gran experiencia y una formación técnica optan por utilizar un software RIP que incluye una prestación de creación de perfil de color ICC para gestionar los colores. El software RIP convierte la imagen en un mapa de bits (rasterización) y envía los archivos rasterizados a la impresora. Este proceso implica que debes crear tus propios perfiles ICC desde cero, lo que requiere mucho tiempo y un gran conocimiento cromático. Es prácticamente una actividad artística.

Los artículos personalizables

En la sublimación trabajamos con tintas semitransparentes, y por este motivo el color de fondo del objeto sublimado se suma al color de la tinta aplicada y afecta al color final. Aunque generalmente sublimamos artículos blancos, el tono de blanco puede variar y esto afectaría a la consistencia de colores.

Por supuesto que los artículos de color son más complicados a la hora de predecir el color resultante, pero es cuestión de experimentar y encontrar aquellos diseños con un resultado satisfactorio.

Cartas de colores

Para intentar conseguir una reproducción exacta del color es muy útil preparar tu propia carta de colores sobre cada uno de los soportes sublimables que utilizamos. De este modo, serás capaz de seleccionar los colores RGB que se traducen en el color final del objeto sublimado.

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