jueves, 21 de diciembre de 2017

Formatos de impresión: TIFF, JPEG y Mapa de Bits

Anteriormente hablamos acerca de los tipos de impresión (Digital VS Offset) resaltando sus virtudes así como también sus inconvenientes. No obstante, antes de que siquiera podamos empezar a pensar en el tipo de impresión que vamos a usar, debemos saber qué formato de impresión vamos a usar. Con esto en mente, en el día de hoy os hablaremos acerca de los formatos de impresión más populares con el objetivo de aclarar un poco el tema.  Concretamente, hablaremos acerca del formato Tiff, Jpeg y Mapa de Bits.



Antes de empezar hemos de resaltar que es importante trabajar en modo CMYK. Esto se debe a que si bien cuando trabajamos en modo RGB los colores se ven “realistas” en la pantalla del ordenador, a la hora de imprimir este puede no ser el caso y para evitar grandes discrepancias entre lo que vemos en el ordenador y lo que imprimimos hemos de trabajar con este modo.

JPEG (Joint Photographics Expert Group)

JPEG es el formato más popular para almacenar e imprimir imágenes. Sin embargo, no por ser el más popular es el mejor ni muchísimo menos. Y es que el formato JPEG se ha vuelto popular por ser un formato ideal para la compresión, pero su compresión acarrea una pérdida considerable de información.

Así las cosas, si tenemos una imagen en JPEG y la editamos, hemos de saber que cada vez que abrimos y guardamos esta imagen, la misma irá perdiendo calidad. Esto se debe al algoritmo que usa el formato donde con el objetivo de recortar el peso del archivo a menudo se copian pixels generando una imagen que, impresa a gran escala, produce una pérdida notoria de calidad.

De este modo, como regla general, la impresión en formato JPEG suele ser un “último recurso” para los diseñadores ya que si vas a imprimir imágenes con texto, grandes bloques de color o sencillas formas, las líneas delimitadoras pueden alterarse así como los colores.

TIFF (Tagged Image File Format)

El formato TIFF, por su parte, es uno de los grandes favoritos a la hora de hablar de formatos de impresión populares. Esto se debe a que este formato es capaz de comprimir imágenes sin pérdida. De este modo, cada vez que edites una fotografía almacenada en este formato la misma no será víctima de una pérdida de calidad como sucede en el caso de las imágenes JPEG. El único problema derivado de este formato es que los archivos son muy pesados, llegando a pesar más de 1 GB en muchas ocasiones.

Mapa de Bits

Por último llegamos al Mapa de Bits. En pocas palabras, el mapa de bits es aquel que respeta el valor de los píxels. Sin embargo, esto también implica que si no existe una buena integración de píxels, entonces el Mapa de bits también respetará la mala calidad de los mismos. De este modo, al utilizar este formato de impresión, resulta imprescindible seguir un buen método de impresión, especificando de este modo la manera que se requiera.


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