Cada día se escucha más la palabra Sostenibilidad. Una búsqueda en Google
de este término nos devuelve más de 67 millones de registros. El mercado del
público general está repleto de términos como ecológico, renovable, orgánico,
eficiente, etc.
Desde el punto de vista del marketing, es evidente que al consumidor le ha
convencido la idea de lo “verde”. Muchos de ellos no siguen en sus casas ni las
más mínimas prácticas ambientales, pero sí que les gusta consumir artículos con
etiquetas que suenen a conservación del medio ambiente y que no les cuestan
demasiado.
No se trata de no consumir, o de no producir, sino de que tenemos que usar
lo que nos brinda el entorno de manera inteligente para que quede algo al menos
igual de valioso a los que vienen detrás. Cada día se desarrollan más
herramientas que nos permiten calcular el impacto de nuestras actividades, y
comparar de una manera objetiva dos productos; un importante ejemplo para
nuestro sector es la huella de carbono del libro frente a la publicación
electrónica.
Es importante destacar que la base de este concepto no es únicamente el
medio ambiente, sino que son igualmente importantes en la ecuación, la economía
y la sociedad. Se trata pues de buscar el equilibrio.
¿Y cómo afecta esto a nuestro
sector?
Bien, hagámonos la siguientes preguntas: ¿quién no ha conocido un cliente
que le haya pedido papel FSC, o PEFC, o tintas ecológicas?, ¿quién no lleva
años buscando la manera de aumentar la productividad y gastar menos en papel,
tintas o disolventes? La puesta en el mercado de un producto impreso
necesariamente va a pasar por la optimización del diseño y de la producción, de
la siguiente manera.
a) Sostenibilidad en el diseño
Ya desde la concepción del libro, catálogo o caja de embalaje, debe haber
una concienciación para llevarlo a cabo tal manera que el impacto en el medio
ambiente sea mínimo, que el cliente asuma su responsabilidad en su gestión
final y que económicamente tenga sentido.
b) Sostenibilidad en la producción
El proceso productivo tiene muchos aspectos que suponen un aumento del
impacto económico y ambiental del producto final. Uno de los más importantes es
el consumo energético. El segundo caballo de batalla para el impresor es
la reducción de usos y generación de residuos como consumibles y papel.
c) Sostenibilidad en los servicios
El último factor es el impacto de las actividades no directamente
relacionadas con la producción, como puede ser el transporte. La suma de
cada pequeña iniciativa hace que a final del año el ahorro de costes y recursos
sea notable.
La sostenibilidad es una realidad. Podemos embarcarnos ahora e ir
aprovechándonos de las ventajas que nos brinda, o esperarnos a que sea una
imposición legal o a que el mercado y nuestros márgenes nos asfixien. No hay
que entender que se trata de obtener un sello más, sino que estamos ante un
cambio paulatino en nuestra manera de producir y consumir que nos permitirá
asegurar la continuidad del sistema. Cada iniciativa de sostenibilidad puede
obtener un ahorro en los costes bastante significativo y una mejora de la
imagen de la empresa.
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