Las tintas cerámicas se emplean
en la decoración y marcado permanente de objetos cerámicos como jarras, platos,
vasos, azulejos, ceniceros y otros; la característica de marcado permanente se
obtiene por el horneado a alta temperatura que funde completamente la tinta al
objeto, logrando una impresión prácticamente inalterable.
Las tintas cerámicas son
vidriados o fritas en polvo, compuestas de sílice y fundentes mezclados con
colores obtenidos de óxidos metálicos. A esta mezcla la llaman también pigmentos
cerámicos. Estos pigmentos son tóxicos si son inhalados o ingeridos.
Para imprimirse en serigrafía,
estos polvos se mezclan con un aceite llamado aceite serigráfico que actúa como
aglutinante. La tinta así obtenida se emplea bien viscosa o densa, diluyéndola en
solventes orgánicos que también sirven para la limpieza de la matriz.
Estas tintas requieren un horneado
a alta temperatura para fundirse y adherirse el objeto, que puede ser cerámica,
vidrio, cristal, metal tratado o esmaltado. Generalmente los vidriados para
cerámica funden a temperaturas de 690 a 1300ºC y los vidriados para cristal o
vidrio entre los 550 y los 670ºC.Es importante realizar pruebas de horneado, ya
que los colores pueden presentar variaciones dependiendo de la temperatura de
horneado. Después del horneado las impresiones presentan brillo y alta
resistencia a la abrasión, roce y productos químicos.
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