Un perfil ICC es un retrato del
comportamiento de una máquina de impresión con un papel, tintas, lineatura y
generación del negro determinados. Por eso, para poder usar un perfil ICC es
indispensable que las condiciones de
impresión sean estables.
Si un impresor tiene la máquina
en unas condiciones de funcionamiento fijas y es quien crea las separaciones
para esas condiciones de impresión (es decir, tiene control sobre la pre- impresión
y las separaciones), tiene sentido crear o elegir perfiles de color para cada
tipo de papel.
Si un impresor modifica las
condiciones de funcionamiento de la imprenta cada vez que debe imprimir para
así poder compensar las distintas separaciones (es decir, no tiene control
sobre la pre-impresión y las separaciones), el concepto de perfil no es
aplicable.
Por eso, el requisito
indispensable para el uso perfiles de color en la impresión profesional es que
las condiciones de impresión se ajusten a unas condiciones estables dentro de un
margen de tolerancia fijado.
Perfilar el dispositivo de
impresión
Con un dispositivo de impresión
cuyas condiciones de funcionamiento sean estables, es posible actuar de dos
formas:
- Funcionamiento óptimo. Se busca que la máquina dé el máximo de sus prestaciones (por ejemplo, su rango máximo de colores). Sin embargo, estas condiciones de funcionamiento no responden a ninguna norma internacional y los intercambios de información son más complejos.
- Funcionamiento estandarizado. Se busca que la máquina dé unas prestaciones que se atengan a las normas internacionales. Aunque no se obtendrán las prestaciones máximas del aparato, se tendrá la ventaja de la estandarización.
En cualquier caso, la creación
del perfil ICC tiene estos pasos:
Imprimir sobre un tipo de papel
concreto un patrón de referencia. El patrón aconsejado y más utilizado hoy día
es el ECI 2002.
Se eligen diez o veinte hojas con
el patrón impreso. Si la máquina no es excepcionalmente uniforme en su
funcionamiento, deben elegirse de toda la tirada. Si la máquina es
excepcionalmente estable, será mejor elegir las hojas que hayan salido óptimas.
Medición de los valores del
patrón de referencia impreso mediante un espectrofotómetro.
Crear el perfil mediante algún
programa como Profilemaker. En esta fase se indican los
límites totales de tinta (que se establecen en la puesta a punto de las
condiciones óptimas o estandarizadas) y la generación del negro. Conviene hacer
varios perfiles con diversos valores de generación del negro. Cuando se vayan a
usar, se escogerá el perfil más adecuado para cada caso particular.
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