Toshiba se lanza de
lleno al sector de la fabricación aditiva o impresión 3D y anuncia su
desarrollo de una impresora 3D para metales que sería hasta 10 veces más rápida
que las actuales.
La noticia,
anunciada esta semana por la empresa japonesa, supone otro paso más en la
consolidación de estas tecnologías en los sectores industriales donde cada vez
más se incorporan impresoras 3D a los procesos productivos tanto para el
prototipado y utillaje como para realizar piezas funcionales de uso directo
incluso en aeronaves.
El resultado del
desarrollo realizado por Toshiba Corporation y Toshiba Machine se podrá ver por
primera vez en una feria comercial en Tokio a primeros de diciembre.
Aparte del hecho de
que otro de 'los grandes' se sume al carro de la impresión 3D, como ya lo
hicieran HP, Ricoh o Canon recientemente, destaca la afirmación de que la
velocidad de fabricación con la tecnología de Toshiba será hasta 10 veces más
rápida que la habitual del sinterizado directo de metal por láser, conocida
como DMLS, donde un láser sinteriza -funde-, el polvo metálico que se encuentra
en un lecho, donde se 'dibuja' la pieza capa a capa.
La impresora 3D de
Toshiba utilizará tecnología llamará LMD (deposición de metal por láser) donde
se deposita el polvo metálido a través de una boquilla sobre el sustrato, a la
vez que se proyecta un potente láser que lo funde conforme es depositado en el
sustrato, una tecnología que ya usan otros fabricantes como Beam, Trumpf o TWI
y que hemos visto recientemente en una máquina que han desarrollado en España
por parte de la empresa Ibarmia, la cual incorporaba además un sistema de
mecanizado.
Según Toshiba, la
clave para su alta velocidad es una nueva boquilla que ha sido el fruto del
conocimiento adqurido por la emprea en tecnologías de simulación de fluidos.
Esta boquilla reduce el area sobre la que el polvo es inyectado y el láser se
concentra de forma muy precisa en el área que ocupa el polvo.
El protoipo que
maneja la empresa nipona puede fabricar a una velocidad de 110 cc de material
por hora usando un láser de 800 W. Entre los metales con los que puede trabajar
se encuentran el acero inoxidable, hierro o Inconel.
Toshiba seguirá con
el desarrollo del prototipo para conseguir mayores velocidades y resolución en
futuros modelos, así como para refinar el interface entre la máquina y los
software de diseño CAD.
La primera máquina
comercial no se espera que pueda ser entregada hasta 2017 o incluso un poco más
tarde. El proyecto ha sido avalado por el Ministerio de Economía, Industria y
Comercio de Japón mediante el programa "Desarrollos tecnológicos para la
próxima generación industrial de impresoras 3D y sistemas de modelado 3D
ultra-rápidos".
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