El material del que se sirven las
impresoras 3D no es barato y esto constituye uno de los impedimentos para su
uso y difusión. Se trata habitualmente de plástico ABS (acrilonitrilo butadieno
estireno), resistente y de múltiples usos en la industria, desde la
automovilística a la electrónica, pasando por algunos tipos de juguetes.
A pesar de que el precio de las
impresoras 3D es cada vez más asequible, no se puede pensar en la compra de una
de estas máquinas como una única inversión. Las cargas de plástico con las que
se fabrican los objetos tienen un precio entre 23 a 46 euros por kilogramo. Un
equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Michigan ha creado una máquina
capaz de reciclar el plástico que se consume en el hogar y convertirlo en
material para la impresión 3D.
La idea es no sólo abaratar el
proceso de impresión 3D sino reciclar residuos que se producen normalmente en
el hogar. La máquina creada por el equipo de investigadores, es capaz de
procesar botellas o garrafas de leche, así como otros plásticos.
La máquina aún no está en fase
comercial, pero se espera que pronto dé este paso. Su procesamiento de los
residuos domésticos contribuye a la sostenibilidad, en tanto se produce un
reciclaje real y se evita comprar otro plástico nuevo.
Para que el proceso se desarrolle
adecuadamente es necesario llevar a cabo un proceso previo de preparación del
material. Las etiquetas y otros accesorios que no sean plástico deben quitarse
de los residuos. A continuación éstos se lavan y se cortan en tiras. Después se
introducen en la máquina, que los comprime de manera que puedan ser utilizados
por una impresora 3D. Los investigadores afirman que con 20 envases de leche se
consigue sacar alrededor de un kilo de filamento plástico.
A las mejoras que se han logrado
en la impresión 3D hay que añadirles las que se conseguirán en el futuro; de
este modo los investigadores afirman que la impresión 3D está donde los ordenadores
estaban en los años 70.
Los científicos calculan que la
máquina utiliza la décima parte de la energía necesaria para desarrollar la
misma cantidad de plástico comercial. Por otra parte, el reciclaje convencional
de botellas de leche consumiría también más energía que el proceso doméstico.
Este tipo de máquinas promueven
una alternativa a las opciones comerciales que se van conformando en torno a la
impresión 3D. De la misma manera que iniciativas de código abierto, como Thingiverse.com,
ofrecen gratuitamente diseños de objetos diversos, listos para ser introducidos
en el software que envía la orden a la impresora.
Más noticias para el ahorro de
tinta y tóner en las impresiones? Pincha en
Suscripción de
Newsletter
No hay comentarios:
Publicar un comentario