A día de hoy, las empresas están lidiando con una variedad sin precedentes
de amenazas. Desde ataques cuyo objetivo es el fraude financiero, 'phishing',
'malware', 'adware' hasta 'spam', la lista parece ser ilimitada. Pero hay
dispositivos que a menudo pasan desapercibidos, como es la impresora
profesional.
Como recuerda el director de Tecnología de HP España, Melchor Sanz, las impresoras
están adquiriendo rápidamente la dudosa distinción de ser uno de los
principales aspirantes a ser el caballo de Troya del equipamiento de la
oficina.
Esto se puso de manifiesto en febrero de 2017, cuando, como recuerda Sanz,
un supuesto 'cibercriminal ético' superó la seguridad de 150.000 impresoras y
obligó a los dispositivos a imprimir mensajes de advertencia sobre su
vulnerabilidad.
Este hecho resaltó una cuestión importante: las impresoras son dispositivos
sofisticados y como cualquier otro periférico conectado a la Red necesita
precauciones básicas de seguridad. Ningún departamento de TI ejecutaría un
ordenador sin salvaguardar antes su seguridad, y esto mismo debería de suceder
con las impresoras.
Muchas impresoras modernas pueden escanear y permiten la impresión remota.
La mayoría también cuenta con discos duros como los de un PC que almacenan
copias digitales de cada documento que se ha escaneado, copiado, enviado por
correo electrónico e impreso en ellas. La impresora moderna conserva una copia
de cada documento que haya pasado por ella. Y, como apunta el directo de HP,
esto supone un tesoro de información muy valioso en las manos equivocadas.
A partir de mayo de 2018 las empresas no tendrán la posibilidad de decidir
si mantienen la información segura o no. El Reglamento General de Protección de
Datos (GDPR) de la Unión Europea (UE) impondrá multas elevadas para cualquier
empresa que no mantenga los datos personales de los ciudadanos de la UE
seguros, independientemente de dónde se encuentre dicha empresa.
¿Dónde nos encontramos ahora?
Algunas estadísticas realizan una lectura más sobria, como comparte Sanz.
Sólo el 16% de los encuestados cree que las impresoras tienen un alto riesgo de
amenaza o incumplimiento de seguridad. Además, a nivel mundial, el 61% de las
organizaciones reportaron al menos una brecha de datos relacionados con la
impresión en el último año.
No obstante, y según las estimaciones de HP, menos del 2% de los cientos de
millones de impresoras profesionales en el mundo están aseguradas. Esto se debe
a motivos como el que hecho de que algunas marcas no ofrezcan la configuración
de seguridad adecuada o que las empresas no están instalando actualizaciones de
seguridad que a menudo necesitan instalación manual.
Pero entre las causas también se encuentran otros hecho como que la
seguridad de la impresora no esté activada, que las impresoras estén ubicadas
fuera del 'firewall' de Red o la interceptación de los documentos que son
enviados al servicio de almacenamiento en la nube del ciberdelincuente en
secreto, como explica Sanz.
La grabación con un 'smartphone' de los sonidos específicos realizados por
una impresora 3D, puede, incluso, permitir que un ciberdelincuente lleve a cabo
una ingeniería inversa del objeto que se está imprimiendo. Los cibrecriminales
que controlan remotamente una impresora y retrasan la impresión de documentos
valiosos pueden interferir en la seguridad del negocio, advierte el directivo.
¿Qué deben hacer las organizaciones para
combatir esta amenaza?
Sanz aconseja que se debe de comenzar con actualizar proactivamente las
políticas, procedimientos y tecnologías basadas en nuevos desarrollos y nuevas
preocupaciones. Los CIO, explica, deben consultar a especialistas en TI y en
ciberseguridad, y poner en marcha medidas para mitigar los riesgos de seguridad
de los datos.
Asimismo, las evaluaciones del riesgo de la tecnología y el delito
cibernético en dispositivos 'end-point', como impresoras, escáneres, etc.,
pueden ayudar a identificar áreas de riesgo potencial.
Cambios inexplicables o no autorizados en ajustes de configuración,
dispositivos que usan más tiempo de Red o ancho de banda de los habitual,
incluso fechas y horas que no se alinean ni tienen sentido o el aumento de las
comunicaciones con direcciones IP o correos electrónicos desconocidos son
factores que alertan sobre una posible problema de seguridad.
Para combatirlo, las empresas deben garantizar que las impresoras estén
protegidas por el 'firewall' de la compañía, que los dispositivos no
pertenecientes a la compañía no deben estar conectados para imprimir, que se
cumpla una programación para la revisión e implementación de la actualización
del 'firmware' y que las opciones de configuración de seguridad cibernética que
ofrece el dispositivo se evalúen e implementen.
A medida que los ciberdelincuentes amplían su foco, es casi seguro que las
impresoras serán objeto de ataques cada vez con más frecuencia. Por lo tanto,
es vital que las organizaciones implementen medidas de seguridad cibernética en
impresoras profesionales para reducir el riesgo de sufrir violaciones de datos,
concluye Sanz.
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