Las ventas de
impresoras en España cayeron estrepitosamente en los peores años de la crisis.
Sin embargo, desde mediados de 2013, este mercado se recupera. Una tónica que
se mantuvo durante el año que acaba de concluir, según datos de la consultora Context.
Además, el mercado
español de impresoras tiene el mérito de ser el que más significativamente
avanzó durante 2015 de toda Europa occidental, siempre según los datos de la
consultora británica, que mide las ventas realizadas por los mayoristas al
distribución y a los usuarios finales (sell-out).
Elena Montañés,
country manager de Context en España, matiza estos datos y dice que los
crecimientos en España son más pronunciados porque previamente el mercado había
caído con más fuerza que en otros países del viejo continente. Y por esa misma
razón, la ralentización en términos de crecimiento continuará previsiblemente
durante 2016. Es decir, para Montañés, el mercado está llegando a un cierto
periodo de estabilización.
En cualquier caso,
en los pasados 12 meses se comercializaron en España un 17,2% más de impresoras
que en 2014. En términos de ingresos, el avance fue algo menor (11,2%), lo que
se explica por la caída sostenida del PVP medio de las máquinas. Mientras
tanto, la mayoría de mercados europeos cayeron tanto en número de aparatos
comercializados, como en facturación.
Así, en Alemania
las ventas cayeron un 4,6% en unidades y un 2,2% en ingresos. También cedieron
ligeramente en otro de los grandes mercados europeos, el del Reino Unido. Allí
las caídas fueron del 1,7% en unidades y del 0,1% en facturación.
Sin embargo, los
retrocesos más acusados se vivieron en los países nórdicos. Allí, los
fabricantes y revendedores de impresoras sufrieron caídas entre el 10 y el 18%.
En un punto intermedio se situó el negocio en Francia. Y es que en el país galo
se comercializaron un 3,5% más de impresoras durante 2015, mientras que la
facturación cedió un 1,1%.
Aunque los datos
del mercado de impresoras español son buenos, también hay que decir que el año
2015 fue de más a menos. Así, siempre según Context, el ejercicio empezó a toda
pastilla, con un crecimiento en ingresos de casi un 20% durante los tres
primeros meses. En el segundo trimestre, se desaceleró, hasta el 11,6% de
avance. Pero lo peor llegó en la segunda parte del ejercicio, cuando el avance
de las ventas osciló entre el 6,9% del tercer trimestre y el 7,4% del cuarto.
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