Uno de los problemas iniciales
que plantea la sublimación es conseguir reproducir correctamente los colores
que vemos en la pantalla del ordenador para obtener los mismos colores sobre el
objeto sublimado.
Aunque parezca una tarea
sencilla, puede convertirse en complicada si no tienes las herramientas
adecuadas y suficiente experiencia en la gestión del color. En este post
explicaremos el problema de la reproducción de colores en sublimación y
analizaremos las soluciones.
¿Por qué es tan difícil la
gestión del color en sublimación?
Aunque sería deseable que los
colores de la pantalla de tu ordenador coincidieran con los colores obtenidos
al imprimir el papel, estos no coinciden. No puedes guiarte por lo que ves en
la pantalla del ordenador porque:
- Durante la sublimación (al aplicar calor con la plancha transfer) se produce un cambio molecular en la tinta que pasa de estado sólido a gaseoso.
- Las pantallas y las impresoras utilizan métodos muy diferentes para generar el color. La pantalla del ordenador genera los colores como combinaciones de luz RGB (rojo, verde, azul). Y se obtienen todos los colores del espectro visible como combinación de luz roja, verde y azul. En cambio, los colores sobre el papel impreso podemos verlos porque el papel absorbe o refleja determinas ondas, utiliza el sistema CMYK. Los pigmentos de cyan, magenta y amarillo actúan como filtros reduciendo ciertos grados de rojo, verde y azul de la luz blanca para generar un gamut determinado de espectro de colores. Por este motivo, cualquier imagen digital que ves en la pantalla del ordenador y que utiliza el sistema RGB debe ser convertida al sistema CMYK antes de imprimirla.
La gestión del color permite
ajustar esta transformación de color para obtener el mejor resultado final
sobre el objeto sublimado.
Para poder gestionar el color,
una de las consideraciones más importantes es la selección de la impresora
y la tinta. Debemos seleccionar una impresora para la que existan tintas de
sublimación y sea posible gestionar el color.
Existen dos métodos básicos
para la gestión del color en la sublimación: los perfiles ICC (International
Color Consortium) y un software RIP (raster image processing). Aunque ambos
métodos son similares, existen diferencias notables entre ellos.
Perfil de color ICC
El perfil ICC es un archivo de
software que garantiza que al seleccionar un color determinado en la pantalla
del ordenador, se obtiene el color designado de modo correcto y consistente
sobre el soporte sublimado. El perfil crea un enlace entre los colores de la
pantalla y los colores finales sobre el artículo sublimado.
Para poder utilizar el perfil ICC
es necesario gestionar las imágenes desde un programa de edición de imagen
compatible, por ejemplo Photoshop o Corel. El perfil ICC estará en la fase
final de la impresión y el driver original de la impresora estará configurado
para que “no gestione los colores”. De este modo el perfil de color corregirá
la imagen y enviará los datos a la impresora sin afectar a los colores.
Los perfiles de color ICC para
sublimación también presentan algún problema . Al imprimir una gama de colores
desde un perfil, este software es capaz de ajustar los colores para imprimir el
color correcto. Pero durante la sublimación al aplicar calor con la plancha
transfer sobre el papel impreso, la tinta se convierte en gas y los colores
cambian sus propiedades en estado gaseoso. Este cambio puede ser bastante
drástico (el color azul podría parecer verde sobre el papel) y es imposible
determinar si la impresión es correcta o no hasta que se ha sublimado sobre el
objeto personalizable. Por este motivo, algunos profesionales crean sus propia
gama de colores sublimados sobre personalizables y lo relacionan con los
colores vistos en pantalla.
Software RIP
Algunos usuarios con gran
experiencia y una formación técnica optan por utilizar un software RIP que
incluye una prestación de creación de perfil de color ICC para gestionar los
colores. El software RIP convierte la imagen en un mapa de bits (rasterización)
y envía los archivos rasterizados a la impresora. Este proceso implica que
debes crear tus propios perfiles ICC desde cero, lo que requiere mucho tiempo y
un gran conocimiento cromático. Es prácticamente una actividad artística.
Los artículos personalizables
En la sublimación trabajamos con tintas
semitransparentes, y por este motivo el color de fondo del objeto sublimado se
suma al color de la tinta aplicada y afecta al color final. Aunque generalmente
sublimamos artículos blancos, el tono de blanco puede variar y esto afectaría a
la consistencia de colores.
Por supuesto que los artículos de
color son más complicados a la hora de predecir el color resultante, pero es
cuestión de experimentar y encontrar aquellos diseños con un resultado
satisfactorio.
Cartas de colores
Para intentar conseguir una
reproducción exacta del color es muy útil preparar tu propia carta de colores
sobre cada uno de los soportes sublimables que utilizamos. De este modo, serás
capaz de seleccionar los colores RGB que se traducen en el color final del
objeto sublimado.
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