En un ambiente de oficina, la
limpieza de los equipos resulta clave y decisiva a la hora de ampliar la vida
útil de una impresora láser. De hecho, el cuidado del tóner es una de las
partes más importantes del mantenimiento de la misma. Así, esta no pasa
únicamente por limpiar la carcasa exterior.
Por el contrario, es necesario
cuidar uno de los elementos que tienen más valor dentro de estos equipos, como
es el tóner. Una parte de la limpieza de la que hablamos debe centrarse en el
tóner, parte de la impresora que se erige como la protagonista de los cuidados
más especiales.
En concreto, es importante que cuando
uno se disponga a limpiar este aparato no abra el tóner. Tampoco que intente
sacudirlo, una acción que se reproduce automáticamente cuando el usuario nota
los primeros problemas ante la falta de tinta en la impresora láser. En este
sentido, uno ha de tener presente que existe un riesgo directamente relacionado
con este mal gesto, el cual supone llenar de polvo el interior de la impresora.
Como resultado de tal error,
asimismo, también uno debe saber que la ropa que llevemos puesta en ese momento
se puede manchar. Y lo peor de todo: que se trata de una sustancia muy difícil
de ser eliminada, sobre todo si no se actúa rápidamente.
En paralelo, se han de cuidar los
controles de temperatura y humedad de la impresora, aunque los expertos
aseguran que estos dos indicadores no son determinantes para el buen
mantenimiento del tóner. En este sentido, se ha de tratar mantener los tóners
sin utilizar así como los equipos en ambientes donde no haya demasiada luz ni
temperatura.
No obstante, en el mercado
existen determinados tóners que son fotosensibles, motivo por el que han de ser
especialmente cuidados y no exponerlos al sol en exceso. En paralelo, y aunque
parezca una obviedad, se debe tener especial cuidado con los golpes y evitar
las caídas, rozaduras e impactos de estos productos. Especialmente cuando se
transporten o en el momento de ser colocados.
A pesar de ello, los
especialistas vuelven a reconocer, que al igual que sucede con la exposición
solar, se han de cuidar de manera delicada los tóners y evitar los golpes,
aunque el usuario no se debe obsesionar por ello ya que, de lo contrario, se
expone a tener más posibilidades de que esto se produzca.
Evitar los golpes del tóner
cuando se transporte o cuando se vaya a colocar. Está compuesto por piezas muy
sensibles que pueden soltarse al menor golpe. Hay que tratarlo de manera
delicada pero igual que dijimos antes, sin obsesionarse.
Cómo actuar ante un derramamiento
En paralelo, se ha de tener en
cuenta cómo actuar en el caso de un derramamiento de polvo, el cual sea
resultado del proceso de manejo del tóner a la hora de cambiarlo, limpiarlo o
simplemente al retirarlo para limpiar el equipo. Así, lo primero que tenemos
que hacer es lavar las manos y, rápidamente, echarnos agua tibia y jabón. Este
remedio tradicional es muy efectivo cuando el polvo entra en contacto con la
piel.
A continuación, en el caso de que
la tinta se caiga sobre la ropa, no hay que intentar quitarse el líquido
frotándolo con las manos. De hecho, a través de este mecanismo se extenderá más
y la acción resultará poco efectiva. Por el contrario, lo mejor es buscar un
cepillo y frotarlo de manera fuerte y rápida.
En el caso de usar líquido y
quitamanchas y frotarlo con una servilleta uno hace que penetre más y su
eliminación supondrá una prueba muy dura. Por el contrario, un trapo y agua son
estupendos remedios si la tinta se ha derramado en el suelo, y no tenemos a
mano un aspirador que es lo más eficaz en estos casos.
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