Cuando buscamos un equipo de
impresión, empezamos a mirar con lupa los distintos modelos que más se ajustan
a nuestras necesidades, fijándonos además de en su coste, en características
como la velocidad de impresión, los consumibles, si tiene WiFi o si nos ayuda
ahorrar. Sin embargo, hay un detalle al que apenas solemos prestar atención y
es la bandeja de alimentación; y resulta que de ella depende que nos quedemos
antes o después sin papel, entre otras cosas más.
Hay equipos con bandeja normal,
con doble bandeja, con ADF o con bandeja multipropósito, así que, ¿cuál elegir?
La clave está en si manejas
varios tamaños o tipos de papel diferentes. En este caso una sola bandeja te va
a limitar mucho: si tienes que imprimir en A3, por ejemplo, tendrás que quitar
el papel A4 habitual, poner el A3 y cuando hayas acabado volver a poner el que
estaba. Y si además sois varias personas usando el mismo equipo, cuidado: te
puede pasar que alguien se te adelante e imprima el listado de contabilidad en
el papel con membrete que tenías preparado para un comunicado a tus clientes.
¿Te ha pasado algo así?
Si es así, te ayudaría mucho
tener un equipo con doble bandeja. Tú decides si poner papel A4 en las dos
bandejas o mitad A4 y mitad A3 o mitad papel normal, mitad papel reciclado.
Otro aspecto a tener en cuenta es
la capacidad de la bandeja. Ésta dependerá de la cantidad de documentos que
imprimas. La capacidad que necesitas es aquella que te permite imprimir
cómodamente los trabajos del día a día. Si imprimes poco, 100 hojas está bien.
Si imprimes todos los días de forma habitual o sois varias personas, la
capacidad recomendada es de 250 hojas. Pero si el uso que le das a tu impresora
es intensivo, la capacidad recomendable sería de unas 500 hojas y a partir de
ahí es aconsejable que el equipo permita la posibilidad de añadir bandejas de
papel adicionales.
Por otro lado, la bandeja
multipropósito es ideal para cuando necesites imprimir documentos que no son el
tradicional folio. Es una bandeja para los papeles que no son admitidos en las
bandejas habituales, como por ejemplo sobres, posters, etiquetas…; y antes que
estar adaptando la bandeja normal para este tipo de papeles, es más seguro y
recomendable alimentar la bandeja multipropósito, que a fin de cuentas, se ha
diseñado y creado para ello. Idéntica función tiene el alimentador manual de
algunos equipos, solo que, como bien indica su nombre, se alimenta a mano hoja
a hoja.
En algunos equipos de tinta
podemos encontrar una bandeja fotográfica junto a la tradicional bandeja de
entrada, pensada para imprimir con más facilidad nuestras fotografías de
10x15cm. La finalidad de estas bandejas es la de tener ambos formatos de papel
apilados y utilizar uno u otro según nuestra necesidad. Simplemente, hay que
empujar hacia adelante la bandeja fotográfica para hacer uso de ella; o
echándola hacia atrás cuando queremos imprimir en A4.
Finalmente, si tu impresora es una
impresora multifunción podrá tener un Alimentador Automático de Documentos
(ADF), que permite escanear, copiar o enviar faxes de múltiples páginas rápida
y fácilmente sólo con poner las hojas deseadas en el alimentador superior, lo
que es de gran utilidad porque consigue ahorrar mucho tiempo en nuestras tareas
diarias. Pero donde más se nota su operatividad es en los equipos con escáneres
dúplex pues de una sola pasada, lee ambas caras de una hoja; y esto reduce
muchísimo el tiempo empleado en el escaneado. Ya no tendrás que escanear nunca
más una pila de documentos en el cristal de la multifunción: primero una cara,
dale la vuelta, escanea la otra cara y vuelta a empezar…
Dicho lo cual, ¿no crees ahora
que efectivamente la clave para no quedarte sin papel está en la bandeja?
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